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«EL INGRESO DE BOLIVIA AL MERCOSUR»

La apertura de las fronteras bolivianas para el acceso de los productos del Mercado Común del Sur (Mercosur) podría generar un impacto negativo para los cultivos locales de trigo, soya, algodón, azúcar y carne.

El Mercosur es una amenaza para el sector productivo agropecuario, porque los países que forman parte de ese bloque son potenciales productores de carne como Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay. «Son estados netamente exportadores del producto cárnico y esto podría saturar el mercado boliviano en desmedro de los ganaderos».

También los productores agrícolas de trigo, soya, algodón y azúcar, porque los países del Mercosur cuentan con alta tecnología y volúmenes de producción más elevados en comparación con el cultivo nativo.

El sector productivo agroalimentario no está en condiciones de competir con los países vecinos porque son estados que cuentan con biotecnología, grandes inversiones y tecnología. Bolivia está debatiendo la incorporación del uso de la biotecnología, cuando en los países vecinos ya se viene implementando desde hace años atrás.

Los países que forman parte de este bloque comercial tendrán ciertas ventajas tecnológicas y económicas sobre el mercado boliviano, y se convertirán en una competencia desigual para los pequeños productores.

Bolivia está entrando a un mercado competitivo y no complementario. «Argentina y Brasil, que forman parte del Mercosur, son potencias mundiales en producción de alimentos y Bolivia en estos momentos no tiene condiciones para competir con ellos».

Clarems Endara, viceministro de Comercio Exterior, dijo a los empresarios privados de Santa Cruz explicando las ventajas concretas, a mediano y largo plazo, del ingreso de Bolivia al Mercosur y aclaró que a pesar de ser socio pleno del bloque, los productores podrán seguir exportando a la Comunidad Andina de Naciones (CAN).

Mediante un comunicado enviado desde su sede en Lima, el secretario general de la CAN, Adalid Contreras, indicó que la firma del protocolo de adhesión de Bolivia como miembro pleno del Mercosur “amerita un análisis y pronunciamiento en el marco de las convergencias y complementariedades” que los presidentes andinos instruyeron buscar en su última cumbre con Unasur y Mercosur.

Contreras señaló que con la  adhesión del país al Mercosur se plantea la necesidad de examinar la figura de “doble pertenencia” porque al incorporarse Bolivia a un sistema ya constituido tendrá que adecuar algunas de sus normas, así como el Mercosur deberá flexibilizar su normativa.

“No sólo hay que ver al Mercosur como una opción de oportunidades desde el punto de vista de la producción y el intercambio comercial, hay que mirar más allá y analizar las demás aristas. Por ejemplo, el tamaño de lo que representa el bloque (…) para aprovechar al máximo las ventajas; también hay que apuntar al tema de educación y formación que pasa por el reconocimiento a las carreras universitarias y una serie de cosas que todavía no han sido visualizadas”.