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Un informe del FMI propone un giro radical en el marco regulatorio de las titularizaciones

Haciendo un breve resumen del último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el mercado mundial de las titulizaciones, podría sintetizarse en una frase: es posible que la regulación se halla pasado de frenada.

Y lo ha hecho al punto de que los mercados financieros han comenzado a olvidarse de las lecciones de la crisis y los inversores vuelvan a estar dispuestos a asumir el riesgo,pero siguen sin acercarse a las titulaciones sean de la calidad que sean,sobre todo en Europa por lo que se refiere a este instrumento,las heridas parecen no estar curadas y la normativa que se ha impuesto para impedir que otra tormenta como las suprime estalle de nuevo, no esta ayudando, a juicio del documento del FMI, El estigma persiste.

«Están resurgiendo comportamientos de toma agresiva de riesgo en áreas concretas de los mercados de deuda corporativa»,escriben los autores del informe.Pero la titulizaciòn no es una de esas áreas :»Todavía tiene que retomar su papel  de revitalizador de los flujo de crédito  y de la diversificación de riegos » añaden.

Según los datos del FMI,la emisiones en Estados Unidos y Europa están registrando volúmenes que son inferiores a la mitad de lo que se movía en el año 2003.Y es culpa en buena parte del viejo continente,donde los niveles siguen en mínimos. Según la Asociación para los Mercados Financieros en Europa (AFME , por sus siglas en Inglés ), las titulizaciones vivieron su segundo  peor período en 2014,desde que estallò la crisis. Las cifras preliminares de cierre de año dicen que el volumen ascendió 216.000 millones de euros, y que solo el 36% llego al mercado, porque la gran mayoría quedaron retenidas en el balance de los bancos europeos para usarse como colateral en operaciones de lìquidez. En el 2008 la emisión rozaba los 820.000 millones.

El FMI va incluso mas allá y dice que en 2014 ha sido el peor año en Europa en una década.Y por eso pide un giro radical en defensa de un mercado donde las titulaciones seguras y de calidad puedan volver a tener una función mas constructiva.

Lo hace en un documento de trabajo realizado por cuatro expertos del fondo y que han contado con los parabienes para su publicación de Jose Viñals, director de Asuntos Monetarios de la organización.»Es evidente que la titulizaciòn debe ser gestionada de una manera que contribuya a la estabilidad financiera y que no suponga un riesgo para ella.Muchas de las reformas realizadas se han centrado en mitigar los peligros.Es necesario que sean complementadas con decisiones normativas que garanticen un ecosistema financiero próspero para las titulaciones»,señalan.

El FMI no ha apuntado a la necesidad de cambiar la regulación, sino que tiene bastante claro donde debe incidirse. No es lo único: en los últimos tiempo son muchas las instituciones que parecen haberse puesto de acuerdo para reclamar medidas que permitan la resurrección del mercado europeo de titulizaciones, desde el Banco Central Europeo hasta el Banco de Inglaterra.En España BBVA ha sido uno de los principales defensores de la necesidad de un mercado líquido y transparente para la titulizaciones mas sencillas y de mayor calidad.

El documento de trabajo del FMI recoge algunas de estas preocupaciones y va en la misma línea, pero en otras cuestiones llama a la prudencia.Por ejemplo, el Fondo aboga por cuidar la calidad delos préstamos y vigilar las prácticas de los originadores, de forma que los inversores recobren la confianza al menos en los productos mas solventes. Para ello, podría ser conveniente aplicar determinados topes máximos de endeudamiento para los prestatarios o de la cuantía de la hipoteca sobre el valor de la residencia.

Otro punto de acercamiento del FMI con las tesis màs generales es la petición de que se reduzca el papel de la empresas de ràting en las titulizaciones. BBVA  no podría estar màs de acuerdo y así lo ha dicho públicamente en varias ocasiones.El fondo pide su desaparición del proceso, como està sucediendo en Estados Unidos, o , en su defecto, que se limite mucho y se controle hasta el extremo su papel.

Para el FMI, es vital que los inversores hagan su propio proceso de análisis y que tomen las decisiones de forma consciente, sin dejarse llevar de forma ciega por certificados externos.Y el camino de esta argumentación el organismo internacional llega a una conclusión que diverge con la de otros. En Europa se esta luchando por crear un sello de calidad, que distinga las titulizaciones que sean màs sencillas, transparentes y estandarizadas. El FMI aplaude estas tres virtudes, pero a la vez alerta contra una concepción simplista de las etiquetas, sobre todo si son demasiado definidas y se limitas a separar las buenas titulizaciones de las mala, porque seria caer en la misma simplificación que las agencias de ràting, crearías sesgos y permitirían a los inversores olvidarse de ese trabajo de análisis que deben hacer para saber lo que están comprando.

A cambio, el organismo propone una homogenizaciòn por factores de riesgo, lo que implicaría empaquetar préstamos con perfiles crediticios parecidos o hacer lo propio con aquellos que venzan en un momento determinado o con los que tengan un historial de cumplimiento similar. Si eso requiere una multitud de estandarizaciones, al FMI no le preocupa, porque considera que hay inversores con muchos perfiles de riesgo distintos y que buscan activos diferentes, asì que lo importante es que tengan claro que es lo que están comprando.

De todas formas, ningún cambio serviría de mucho sino se consigue crea una base inversora amplia que estè dispuesta ha adquirir titulizaciones. De ahí que, a juicio del FMI, sea vital que se hagan modificaciones regulatorias para hacerlas màs atractivas para aseguradoras o fondos de pensiones. Y no se trata de pedir favores o distinciones, dice el fondo: bastaría con que la normativa y los cargos de capital no discriminaran la titulizaciones frente a otros activos de idéntico ràting o incluso peor.