Amianto
Enfermedad profesional
Trabajadores expuestos a amianto tienen puestos de trabajo con riesgo de enfermedad profesional. El amianto es uno de los carcinógenos ocupacionales más importantes que provoca muertes por cáncer profesional, según la Organización Mundial de la Salud.
Su capacidad de provocar fibrosis pulmonar fue establecida científicamente en 1930. Las alarmas internacionales sobre los riesgos cancerígenos del amianto saltaron a mediados de los años sesenta y una década más tarde el consenso científico era pleno.
En 1976 la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) estableció que todos los tipos de fibras de amianto podían provocar mesotelioma y carcinoma de pulmón y negó la posibilidad de definir niveles seguros de exposición.
El conflicto se ha extendido también a la compañía de metro de Buenos Aires, que ha decidido sacar de circulación varios trenes comprados a la empresa encargada del suburbano de Madrid.
Enfermedad profesional
Asbestosis (un tipo de cáncer causado por la inhalación de asbesto, base del amianto)
La asbestosis es una enfermedad crónica del pulmón causada por la inhalación de fibras de amianto. La exposición prolongada a estas fibras puede hacer que se formen cicatrices en el tejido pulmonar y provocar falta de aire. Los síntomas de la asbestosis pueden ser de leves a graves y, en general, no se presentan sino hasta muchos años después de exposición continua.
El amianto es un producto mineral natural resistente al calor y la corrosión. Se lo usaba mucho en el pasado, en productos como el aislamiento, el cemento y en ciertas baldosas para el piso.
La mayoría de las personas con asbestosis la contrajeron en su trabajo antes de que el gobierno federal comenzara a regular el uso del amianto y sus subproductos en la década de 1970.
Dadas sus especiales propiedades ignífugas y de resistencia a la abrasión, el amianto ha sido empleado en numerosos procesos industriales y productos manufacturados: productos textiles, aislamientos térmicos, industria del fibrocemento, siderurgia, construcción naval, automoción, construcción ferroviaria, etc.
En los países industrializados el amianto fue un material presente entre los años 60 y 90, dada su presencia en multitud de productos manufacturados.
El principal problema reside en el amianto instalado, fundamentalmente en forma de productos de fibrocemento como tejados, depósitos, conducciones, etc, y en aislamientos en techos, conducciones, calderas o en los vagones ferroviarios.
Enfermedades que puede provocar el amianto
Las patologías asociadas a la exposición al amianto son: la asbestosis o fibrosis pulmonar, el cáncer de pulmón y el mesotelioma (un tumor difuso maligno del mesotelio que puede afectar a la pleura, el peritoneo y el pericardio, siendo el más frecuente el que afecta a la pleura pulmonar).
Además de estas patologías, la exposición al amianto puede causar cáncer de laringe y también otras patologías pulmonares y pleurales como las placas pleurales, el derrame pleural y la atelectasia redonda, entre otras.
o Asbestosis: es una enfermedad progresiva e invalidante que produce una fibrosis pulmonar difusa.
o Cáncer de pulmón: de las enfermedades del amianto, esta es la que más muertes produce, incluso en aquellas personas trabajadoras que han tenido baja exposición.
o Mesotelioma: es un cáncer maligno de la membrana que recubre el pulmón o el abdomen.
o Otros cánceres: se ha asociado la exposición al amianto con cáncer de estómago, de colon, de recto, de laringe, de páncreas y con los linfomas.
El tiempo de exposición para poder desarrollar alguna patología derivada es el periodo de latencia, es decir, el que trascurre entre la exposición y el desarrollo de la enfermedad, que es entre 10 y 20 años para la asbestosis, y entre 20 y 40 años para los cánceres del amianto. Este hecho dificulta el reconocimiento del origen de la enfermedad porque en muchas de las víctimas el cáncer comienza cuando se ha abandonado la actividad laboral.
Es tan importante abordar esta problemática porque el amianto es un grave problema de salud pública por lo que es necesario abordarlo desde distintos ángulos. En primer lugar, mediante el adecuado reconocimiento de las víctimas como enfermos profesionales.
Factores de riesgo
Las personas que trabajaron en minería, molienda, fabricación, instalación o extracción de productos con amianto antes de los últimos años de la década de 1970 corren el riesgo de desarrollar asbestosis, como:
Trabajadores en las minas de amianto
Trabajadores en mecánica de aviones y automóviles
Operadores de calderas
Trabajadores de la construcción de edificios
Electricistas
Trabajadores ferroviarios
Trabajadores portuarios
Trabajadores que extraían el aislamiento de amianto que rodeaba los caños de vapor en los edificios antiguos
Prevención
La mejor prevención contra la asbestosis consiste en reducir la exposición al amianto. En las industrias que trabajan con productos que incluyen amianto, como la construcción, los empleadores toman medidas de seguridad especiales.
En la construcción de muchas casas familiares edificadas antes de la década de 1970, se usaron cañerías y baldosas que contenían amianto.
En general, no hay por qué preocuparse en tanto y en cuanto el amianto esté encerrado y no se lo altere. Es cuando los materiales que contienen amianto se dañan que existe el peligro de que se liberen fibras de amianto al aire.
No se corre peligro por estar cerca de los materiales hechos con amianto en cuanto las fibras del amianto estén contenidas. Esto impide que circulen en el aire.
Hoy en día, su manipulación se rige por normas estrictas. Si sigues los procedimientos de seguridad implementados por tu empleador, es muy poco probable que adquieras asbestosis. El tratamiento se centra en aliviar los síntomas.