Julieta Venegas estaba invitada y dio una clase magistral en el marco del Ciclo de Letras 2018 del Centro Cultural San Martín.
Con una simpleza y sencillez fue contando cómo se mezclaron, a lo largo de su vida, los libros y la música. Julieta nació en Tijuana, en la frontera con Estados Unidos. Vivió su infancia y adolescencia entre Tijuana y San Diego, entre dos países muy diferentes y dos idiomas muy distintos.
En su presentación, el 8 de abril en Buenos Aires, recordó que cuando era chica en su casa había mucha música, pero no había libros por ningún lado.
Un día, llegó a su casa un piano como pago a su padre por sacar fotos en una boda y Julieta empezó a tocar.
La curiosidad la llevó a leer y sus padres le dijeron que fuera a la biblioteca., su destino sería ese, leer, escribir, cantar
Y así fue, naturalmente construyendo esa vida que incluía las hermosas canciones que escribe y canta
Venegas contó que a los 22 años se fue a vivir sola y que un día, en un bar de la ciudad de México, escuchó una canción que le cambió la vida: “Los dinosaurios”, de Charly García. Después, se sentó a tocar el piano y cantar “Ojos de videotape”, otro del rockero argentino que forma parte del mismo disco, “Clics modernos”.
En la charla en el cultural San Martín relató cómo fue el proceso que hizo hasta convertirse en compositora y cómo fue mezclando lecturas y canciones. Recordó que en México, sintió que la soledad le pesaba por primera vez y la lectura se convirtió en su “salvavidas”. Desde entonces, empezó un camino que todavía hoy continúa.
Una lista interminable de escritores, poetas y compositores la ayudaron a ser lo que es hoy.
Simpática y sensible, de a ratos sentada y de a ratos parada, Julieta Venegas habló de todos y leyó parte de la obra de los autores que mencionaba.
También cantó, tocó el piano y finalmente respondió preguntas del público argentino.
“Nunca falta un libro que te reafirma todo lo que sientes”, dijo, en referencia a “Solenoide”, un libro que el escritor rumano Mirta Cartarescu publicó en 2015.
Julieta contó que con su hija Simona leen algo juntas todas las noches.
Ahora están leyendo a una poeta española que se llama Gloria Fuertes y siempre les gusta cantar y leer a la argentina María Elena Walsh.
Fue muy bueno escucharla, son hermosas sus canciones y además esta nota ayudó a entender que todos tenemos aspectos positivos y negativos como personas, y es eso justamente lo que nos demuestra lo humanos que somos