20 abril, 2024

El silo es un espacio creado específicamente para el almacenamiento de granos y de otros elementos agrícolas que se mantienen allí en condiciones ideales hasta el momento de su comercialización, evitando así que entren en mal estado debido a las condiciones climáticas. Los silos pueden tener mayor o menor tamaño dependiendo básicamente de la capacidad productiva que pueda tener un campo. Los mismos  resguardan a los granos de los cambios climáticos y por eso es importante que haya una ventilación apropiada pero que no entre la luz ni agua al espacio.

Por tratarse de depósitos de difícil acceso, en los que el aire se encuentra ocupando los huecos que deja el producto almacenado, el incendio iniciado por combustión espontánea es de difícil localización y se detecta, muchas veces, cuando lleva algún tiempo de desarrollo y se han formado fuegos de brasas en profundidad. Por este motivo, la extinción de incendios en silos presenta algunas particularidades que la dificultan notablemente.

También es importante considerar las  explosiones de polvo ya que es el riesgo número uno en la industria.

Para que se produzca una explosión o incendio, además de requerir unas características determinadas de las partículas en suspensión, y una determinada concentración de oxígeno, es necesario que exista una fuente de ignición. Dichas condiciones se pueden presentar en diversas partes de las instalaciones agrarias y en particular en los silos.

Las fuentes de ignición son muy diversas:

  • Calor procedente de chispas mecánicas y de fricción.
  • Equipos eléctricos.
  • Electricidad estática.
  • Herramientas alimentadas por baterías.
  • Llamas abiertas y chispas (operaciones de corte, soldadura).
  • Superficies calientes (motores).

En cuanto a la localización de la explosión de polvo pueden ocurrir en cualquier parte de un proceso donde se manejen polvos: moliendas, secado, transporte, almacenamiento en silos. El riesgo aumenta y con la tendencia actual de ir a silos más grandes en las que la producción de polvo es mayor. Se puede observar que la zona donde se han detectado mayor número de explosiones es el elevador de cangilones.

La prevención debe actuar en tres frentes: fuentes de polvo, fuentes de ignición y seguridad de equipos y materiales

Dentro de las fuentes de polvo:

  • Mediante la limpieza, evitando la acumulación de polvo, especialmente en posibles fuentes de ignición, como son las superficies calientes, como motores o las proximidades del elevador de cangilones. La limpieza se realizará tratando de evitar la formación de nubes de polvo, debiendo adoptar precauciones en caso de usar soplado, siendo preferible la aspiración.

Dentro de las fuentes de ignición:

  • Prohibiendo fumar.
  • Avisando de inmediato ante cualquier fuego.
  • Evitando la caída de objetos que puedan generar chispas.

En cuanto a seguridad de equipos y materiales:

  • Siguiendo procedimientos de seguridad de las máquinas con las hojas de control.
  • Prohibiendo operaciones en caliente (soldadura, corte, pulido, etc.)
  • Utilizando equipos eléctricos aprobados por el supervisor de la instalación.

Por otra parte, deberán existir protocolos de limpieza, de trabajos de mantenimiento (soldadura, corte) y de emergencia, donde se indiquen las medidas de seguridad a tomar, debiendo ser previamente aprobadas cada una de estas operaciones por el encargado responsable.

Si las medidas de prevención contra incendios fracasan y éste llega a producirse, es necesario proceder a combatirlo de acuerdo con las peculiaridades técnicas que exige el estado de disgregación del combustible.

La protección contra incendios comprende el conjunto de reglamentaciones y normas destinadas a evitar estos siniestros; y abarca desde el uso del edificio hasta las condiciones de construcción, situación, instalación y equipamiento que deben  observarse; conceptos que se hacen extensivos a usos que no sean los de un edificio en la medida que estos lo requieran.

 

Los objetivos que se persiguen con estas disposiciones, son:

  • Que el incendio no se produzca.
  • Si se produce, que quede asegurada la evacuación de las personas.
  • Que se evite la propagación del fuego y los efectos de los gases tóxicos.
  • Que se faciliten las tareas del ataque al fuego y su extinción.
  • Que como consecuencia del siniestro, no se originen daños estructurales irreparables.
  • Prevenir la ocurrencia de incendios mediante el conocimiento de su anatomía y comportamiento de los materiales frente al mismo.
  • Controlar principios  de incendios mediante el uso correcto de equipos portátiles de extinción.
  • Conocer la anatomía del fuego.
  • Identificar las distintas clases de fuegos de acuerdo a la Normativa vigente.
  • Conocer el comportamiento de los distintos materiales de construcción  y de los materiales que contenga la misma, ante la presencia de temperaturas elevadas.
  • Identificar los distintos equipos portátiles de extinción del fuego, que se encuentran en las áreas de trabajo.
  • Conocer los requisitos y funciones de una Brigada de Emergencia

Ante el alto nivel de riesgo que significa la probabilidad de  incendio y explosión  se hace necesario concientizar al personal del riesgo que encierran estas instalaciones. Todo lo expuesto tiene como objetivo informar y concientizar a las personas que trabajan en actividades agrícolas.

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