29 marzo, 2024

Las fundiciones han constituido una actividad industrial esencial durante siglos.

A pesar de los continuos avances tecnológicos, presentan a los trabajadores un abanico de riesgos para la salud y la seguridad.

Es el proceso de fabricación de piezas mediante el colado del metal derretido en un molde que está fabricado en arena, arcilla o coquilla (molde de metal permanente).

Para ello se utilizan hornos Eléctricos, Cubilote, Reverbero o Crisol que trabajan a temperaturas superiores a los 240°C y algunos de ellos superan los 3396 °C según el punto de fusión del metal a fundir.

Los Hornos se seleccionan según el tipo de metal a fundir y su tamaño.

Los riesgos térmicos, son Las enfermedades por estrés térmico, tales como el golpe de calor que constituyen un riesgo común debido fundamentalmente a la radiación infrarroja procedente de los hornos y el metal en fusión, entre ellos también se encuentran las quemaduras y reacciones en la piel producidas por la elevadas temperaturas.

Los Riesgos químicos, son los que se desarrollan a través de los vapores, gases y sustancias químicas que se originan del proceso de fundición. Entre los riesgos también se encuentran El deslumbramiento por las radiaciones infrarrojas producidas por los hornos y el metal en fusión que provocan lesiones oculares e incluso cataratas. Los altos niveles de ruido producidos por el machaqueo y la trituración del mineral, pueden provocar pérdida auditiva. La manipulación manual de materiales puede ocasionar lesiones de espalda y de las extremidades superiores.

Para eliminar, aislar o reducir los riesgos se emplean medidas de ingeniería, una vez agotadas estas, se emplean los elementos de protección personal

Los cascos no tiene vencimiento y pueden ser utilizados siempre y cuando no se encuentren dañados, en caso de ser así debe descontinuarse el uso y proceder a su adecuada destrucción al igual que con los calzados de seguridad.

En el mismo caso que los protectores faciales no deben presentar ondulaciones ni cortes que impidan tener una visión óptima y deben ser resistentes a temperaturas elevadas.

La ropa de protección térmica se utiliza en trabajos donde estén presentes metales fundidos que requieren protección superior a 100 ºC,  250 ºC y en versiones con mayor aislamiento, para trabajos en hornos que requieren protección superior a 1000 ºC.

Los elementos de protección respiratoria deben cambiar sus filtros si son químicos cada vez que se utilizan y en caso de no utilizarlos en periodo menor de un año

Los filtros físicos deben cambiarse siempre que comiencen a presentar dificultad para la  respiración

Los elementos de protección personal deben estar homologados y recurrir a ensayos cada año. Se deben mantener en  buen uso de conservación y utilizar de manera adecuada es obligatorio su uso como también su entrega por parte del empleador.

La educación y la formación en el control de riesgos es una necesidad constante al igual que la prevención de ellos, con una adecuada prevención los riesgos se vuelven tolerables y con esto disminuye la posibilidad de un accidente laboral y/o una enfermedad profesional.

 

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